La caída del cabello es un proceso natural de nuestro organismo debido a los ciclos de vida de crecimiento, transición y reposo del cabello. En otoño notamos el cabello debilitado y que el pelo se cae con más frecuencia que en otras estaciones del año y aunque todos nos preguntamos por qué, es algo que sabemos: en verano, el pelo se seca y se deshidrata mucho debido, principalmente, al intenso calor y al exceso de sol al que lo exponemos, a que en esos meses solemos descuidar nuestra alimentación (especialmente cuando estamos de vacaciones), a la exposición al cloro, etc…., con lo que, al estar tan deshidratado, el pelo se abre y se encrespa en un intento de absorber la humedad del ambiente y llega muy débil al cambio de estación. Si además usamos productos químicos que llevan sulfatos, siliconas y demás ingredientes tóxicos que dan la apariencia de hidratarlos pero que en realidad lo asfixian y debilitan, aumenta la debilidad capilar y los trastornos del cuero cabelludo. La vuelta a la rutina (trabajo, cole, niños, horarios, ¡¡¡ prisas!!! ): todo esto nos produce estrés, y esto también debilita el cabello y producen una mayor caída de la habitual en otras estaciones.
¿Cómo evito la caída del pelo? ¿Cómo puedo cuidarlo?
En el aspecto interno, hay que llevar una alimentación sana y equilibrada, un ritmo de vida lo más “desacelerado” posible y no dejar que los nervios se apoderen de ti (“be water” ).
En el aspecto externo, para fortalecer el pelo debilitado lo ideal es utilizar cosmética capilar natural (champús, mascarillas, sérums, aceites) adecuados a la necesidad que tengamos: tratamiento capilar astringente para cabello graso ó tratamiento capilar hidratante para cabellos secos, y si es ecológica certificada, mejor que mejor, ya que son fórmulas activas que le dan fuerza y vida al cabello y al cuero cabelludo, los nutren y los mantienen en equilibrio. Actualmente hay una gran variedad de productos naturales de calidad donde poder elegir.
Nuestra Mascarilla revitalizante del cabello es un producto que vitaliza, hidrata y fortalece todo tipo de cabellos y el cuero cabelludo. Además, limpia el sebo y las impurezas acumuladas en el folículo piloso y permite que el pelo recupere la capacidad de “respirar” y de “alimentarse”, favoreciendo el flujo y la absorción de nutrientes desde la raíz hasta el cabello, optimizando así su ciclo de vida. Está indicada para desarreglos del cuero cabelludo: caída del cabello, caspa, descamación y picores gracias a la riqueza y actividad de su ingrediente principal, el aloe vera de nuestros cultivos. Regula la secreción grasa sin resecar. Está indicada personas con eccemas en la cabeza.
Puedes usarla tal cual, o añadirle unas gotas de aceite de jojoba si tienes el cabello graso, o unas gotas de aceite de argán si tu cabello es seco.
Si quieres, puedes añadirle un plus con unas gotas de algunos de estos aceites esenciales:
Geranio: para tonificar el cuero cabelludo, favorecer el flujo sanguíneo y regular la secreción de las glándulas sebáceas.
Ylang Ylang: para tonificar y estimular el cuero cabelludo, favoreciendo el crecimiento del cabello. Regula la secreción de las glándulas sebáceas.
Lavanda: para tonificar, relajar y favorecer el flujo de nutrientes.
Romero: para tonificar y estimular el cuero cabelludo, favoreciendo el crecimiento del cabello y el equilibrio del cuero cabelludo. Tiene efecto astringente.